domingo, 11 de octubre de 2009

Sakamura, Corrales y los muertos rientes.

Titulo: Sakamura, Corrales y los muertos rientes
Autor: Pablo Tusset
Genero: Novela, Humor
277 páginas

"... la Interpol ha enviado a uno de sus mejores homres, el venerable inspector japonés Sakamura, para resolver el extraño caso de los muertos rientes. Para el compañero de investigación del honorable nipón, el cabo Rafael Corrales, guardia civil oriundo de Carabanchel, el caso no puede ser más claro: fijo que los tres guiris muertos fuerón víctimas de unas picaduras de medusa, lo que habitualmente se conoce como into'sicación de to'sina..."

Y esto es un extracto de la presentación del libro.

Un gran libro que recuerda, en lo mordad, al gran Tom Sharpe en WILT. Pero aquí el toque anglosajón pasa a estar adaptado al humor de la piel de toro.

Es una parodia de todo el sistema autonómico-político-monárquico actual, no libra ningún estamento político y desborda sentido del humor.
Es una de esas novelas de carcajada, no obstante no es apta para nadie con profundos sentimientos autonómico-patriotas, es decir solo apto para gente normal.
El humor es muy local, de manera que probablemente un extranjero no pueda sacarle todo el jugo que implica su lectura.

Como ejemplo unos extractos:

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Caminando hacia ellos, dos jóvenes bañistas belgas volvían de la playa con el cabello y los bikinis mojados. A su paso, Corrales se desvió un poco para homenajearlas:
-Hay que ver lo rico que está el marisco recién sacao del agua -les dijo casi en un susurro-. Os iba a llevar al circo pa que vierais al enano ...

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Los Innombrables tenían en realidad un nombre: Iraultzaren Komando Euskaldun Abertzaleak, IKEA para los simpatizantes.

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.... la Reina Loles y el Rey Manolo se quedaron completamente a solas.

-Tú, mamarasho -dijo la Reina con el acento de Jerez de la Frontera que usaba en privado con su marido-: que sapa'que t'ha' quedao sin amoto.
-¿Qu'amoto? - preguntó el Rey, sin interrumpir las palmas sordas que estaba repicando al compás del pié, que a su vez taconeaba amortiguado sobre la alfombra del Patrimonio.
-Mira, que no me diga' qu'amoto porque t'arranco la cabesa, casho cabrong... A ve' qu'hasía tú con aquella rubia de pote, eh..., y deja ya de da' palmá que no'stamo de romería, coñio.

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Berto, el Ministro de Interior, jamás llegó a superar las largas horas de estrés que había pasado como Presidente en funciones; quizá por ello, nada más terminar la legislatura, abandonó la política y recuperó su antiguo empleo de humorista en el popular programa de Andrés Bonafont.

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Espero que estos fragmentos os pongan en antecedentes.
Recomendar el libro, en este caso, se queda muy corto.
Un gran antidepresivo.

Felicidades al autor.

1 comentario:

  1. Pues nada, ante semejante recensión-homenaje, habrá que intentar echarle mano al libro en cuestión, aunque sea en papel.
    Tiene buena pinta, sí. Este es de los que le gustan al Emi fijo.
    Salu2, hermanos.

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