Titulo: Caín
Autor: José Saramago
Genero: Novela
191 páginas
Nada podemos indicar sobre José Saramago, uno de los grandes ilustres de la literatura, así que al libro.
La novela en cuestión es "sorprendente", por mucho menos que esto aún andan buscando a Salman Rushdie por los versos satánicos. Pero por contra a aquella, que no se la recomiendo ni a mi peor enemigo, esta obra es todo un hallazgo.
Amena, suspicaz y muy original.
Parte de la premisa de que a Caín, sí el de la biblia, se le castigo a vagar hasta el fin de los tiempos. Por tanto todo lo ha visto y vivido.
Nos lo encontramos en el paraíso, charlando con Dios, con los ángeles, viendo el éxodo o la caída de Babel, Sodoma, etc...
Y por si cabe alguna duda, liándola en todas partes.
En el libro nos figuran a un Dios un tanto colérico, tal y como manda el antiguo testamento, lo que le vale para poner en solfa alguno de los mandatos.
El tono con el que se trata ya deja a las claras el poco ortodoxo método de describir a Dios.
".... Entre brazaletes, pulseras, anillos, pendientes y collares fueron unos ciento setenta kilos. Como queda de sobra demostrado, el señor, además de estar dotado por naturaleza de una excelente cabeza para contable y ser rapidísimo en cálculo mental, es, lo que se puede decir, rico."
Acto seguido a este párrafo está este otro, con una clara reflexión:
"Está visto que la guerra es un negocio de primer orden, tal vez sea incluso el mejor de todos, a juzgar por la facilidad con que se adquieren en un visto y no visto miles y miles de bueyes, ovejas, burros y mujeres solteras, a este señor habrá que llamarle algún día dios de los ejércitos, no le veo otra utilidad, pensó caín, y no se equivocaba. Es bien posible que el pacto de alianza que algunos afirman existe entre dios y los hombres no contenga nada más que dos artículos, a saber, tú nos sirves a nosotros, vosotros me servís a mi."
El libro es de rapidísima lectura, pero no es apto para gente a la que su rigidez religiosa, le impida ver la gracia de la situación.
Autor: José Saramago
Genero: Novela
191 páginas
Nada podemos indicar sobre José Saramago, uno de los grandes ilustres de la literatura, así que al libro.
La novela en cuestión es "sorprendente", por mucho menos que esto aún andan buscando a Salman Rushdie por los versos satánicos. Pero por contra a aquella, que no se la recomiendo ni a mi peor enemigo, esta obra es todo un hallazgo.
Amena, suspicaz y muy original.
Parte de la premisa de que a Caín, sí el de la biblia, se le castigo a vagar hasta el fin de los tiempos. Por tanto todo lo ha visto y vivido.
Nos lo encontramos en el paraíso, charlando con Dios, con los ángeles, viendo el éxodo o la caída de Babel, Sodoma, etc...
Y por si cabe alguna duda, liándola en todas partes.
En el libro nos figuran a un Dios un tanto colérico, tal y como manda el antiguo testamento, lo que le vale para poner en solfa alguno de los mandatos.
El tono con el que se trata ya deja a las claras el poco ortodoxo método de describir a Dios.
".... Entre brazaletes, pulseras, anillos, pendientes y collares fueron unos ciento setenta kilos. Como queda de sobra demostrado, el señor, además de estar dotado por naturaleza de una excelente cabeza para contable y ser rapidísimo en cálculo mental, es, lo que se puede decir, rico."
Acto seguido a este párrafo está este otro, con una clara reflexión:
"Está visto que la guerra es un negocio de primer orden, tal vez sea incluso el mejor de todos, a juzgar por la facilidad con que se adquieren en un visto y no visto miles y miles de bueyes, ovejas, burros y mujeres solteras, a este señor habrá que llamarle algún día dios de los ejércitos, no le veo otra utilidad, pensó caín, y no se equivocaba. Es bien posible que el pacto de alianza que algunos afirman existe entre dios y los hombres no contenga nada más que dos artículos, a saber, tú nos sirves a nosotros, vosotros me servís a mi."
El libro es de rapidísima lectura, pero no es apto para gente a la que su rigidez religiosa, le impida ver la gracia de la situación.
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