domingo, 7 de noviembre de 2010

Capilla Sixtina



La Capilla Sixtina está considerada como la mejor obra de Miguel Ángel, entre otros, y es de sobra conocida.
Es muy fácil de ubicar, en el Vaticano, a la derecha de la plaza de San Pablo; se inicia una larga fila de turistas que da acceso a los museos y la mencionada capilla.

Después de un buen rato de espera, que pueden ser horas, según el número de turistas, podremos contemplar la capilla.
Rápidito, si hay mucha gente, ya se encargan de despacharnos si hace falta.

Como mejor se ve la bóveda es tumbado en el suelo, si no tienes apego a la vida, y no te importa morir pisoteado, cosa esta última que es muy sencilla si tropiezas antes en los escalones.
Interesantes escalones, que cuando existe mucho público, se adivinan después de tropezar en ellos. Están cerca de la entrada y llegas mirando al techo, lo cual añade un factor de riesgo.

La obra es magnífica, no se pueden sacar fotos, las venden a la salida; y merece una visita.

Siendo recomendable verla en vivo, pues es realmente grandiosa, sin mencionar todo el maremágnum de obras maestras que la rodean en los museos; donde son tantas las obras que reina el desconcierto.
Más parece un almacén que un museo.

Dicho todo esto, si Roma no te pilla de paso, o no puedes perder el día para ver una pared pintada, nada mejor que ver su captura en muy alta definición:

http://www.vatican.va/various/cappelle/sistina_vr/index.html


Las imágenes que os he colocado son arriba, la Capilla Sixtina, es el edificio más a la derecha, el resto los museos. La foto de abajo uno de los pasillos de acceso, no menos ilustrado que la propia capilla. La capilla propiamente dicha no se puede fotografiar, no me dejaron.

Gracias a Miguel Ángel, al que lo pintó no, que también, si no al que nos lo dijo.






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